De por qué no escribo relatos eróticos... parte uno.
Resulta que el otro día estaba leyendo un relato en el blog de Belén, uno fantástico de esos que escribe ella y... comenté... si ya se que no soy muy de comentar (meseperdone pero en casa agena soy muy vergonzoso...además fué uno pequeño entre 247 más) y luego me quedé pensando y pensando...(si ya se que no debería hacerlo...) y mi yo absurdo le pregunto a mi yo imbécil ¿por qué no escribres relatos eróticos?....
He querido ver el relato de Belén desde un punto de vista totalmente diferente. El original está aquí, lo que yo veo es lo que sigue....
Perdón Belén... :(
Capitulo Primero.
El Inicio....
Darle al Play antes de empezar.
Con la ilusión de un niño pequeño, ausente de toda realidad y absorto en un mundo de felicidad, de maravillosa y perfecta simetría, me miro al espejo después de una ducha interminable. En mi piel aún humeante todavía se notan las cálidas gotas de agua deslizándose desde la cabeza y cubriendo cada parte de mi cuerpo con la delicadeza de una caricia.
Al ritmo de la música que ambienta toda la instancia me preparo con un ritual que desde los quince años repito en las ocasiones especiales. Mientras el espejo se desempaña lentamente y mi figura se refleja gracias a la tenue luz que aún desprenden la velas aromáticas sobre el borde de la bañera.
Joder con la musiquita que he puesto!!!!! pordioooo!!!
Y te miras... te vuelves a mirar, de arriba a bajo, de un lado... del otro, metes tripa.... te acercas al espejo... te miras fijamente a los ojos.... y si, te gustas, claro que te gustas, todavía esta empañado el espejo y no llevas las gafas puestas... ¿que esperabas tío?
Te pruebas mil prendas y bueno, al final decides ponerte lo de siempre, porque ese pantalón te hace pierna, ese te hace culo... con ese pareces gilipollas, así que el de siempre hasta que se desintegre. ¿camisa o camiseta? ¿el color? ¿chaqueta?....
Que ilusión!!!, la verdad es que cuando me llamaron mis antiguos compañeros del instituto me emocioné, comenzaron viejos recuerdos a vivir en mi cabeza, momentos inolvidables que tal vez olvidé de recordar... Y entonces la vi, a ella, a mi amor platónico, resplandeciente, sonriente, con ese yo que se que que se yo que tenía mi mente y mi estómago secuestrado. Luego llegaron los novios y las novias, la universidad, los cambios de casa, de barrio y los trabajos... y con ellos el olvido.... hasta hoy.
Te bañas en Jean Paul Gaultier mientras esperas que el reloj corra 
más y más deprisa.... impaciente rescato las fotografías de entonces, desempolvo el viejo álbum y poco a poco empiezo a sonreír... uffff, como ha pasado el tiempo, que pintas teníamos todos, la sonrisa se hace eterna y los ojos se empañan de recuerdos...
La hora!!!! cojo la chaqueta... la de siempre, me vuelvo a echar colonia y salgo por la puerta mirando de reojo al espejo de la entrada....
Voy a tener que cambiar de canción que me estoy poniendo oiga!!!.
Capítulo segundo.
El camino.
Vamos a cambiar de canción..... mejor así.
Hoy es uno de esos días en los que cedes el paso en un atasco que no entiendes porque se ha producido. Vas absorto en tus pensamientos, perdido en tus recuerdos escuchando esa melodía suave que no sabes muy bien como ha llegado al coche, empiezas a divagar... y te preguntas ¿que tal les habrá tratado la vida? ¿que será de este y del otro? ¿que será de ella?.... ufff... ¿se acordará de mi?.
¿Un chicle? si, eso un clicle, creo que tenía un paquete en la guantera... y mientras el semáforo se pone en verde intento desesperadamente buscar uno de esos chicles que han echado raíces en la guantera justo justo entre los papeles del seguro y los cleenex.
Hemos llegado, contaba con no encontrar un hueco para aparcar, pero voy con tiempo suficiente como para no ponerme nervioso...
Aparco.... en batería.... debajo de una farola.... buena señal.
¿el amuleto? si, aquí. Porque soy un imbécil supersticioso, pero hoy... hoy llevo la camisa de la suerte, el amuleto de la suerte y la colonia de los tíos guapos....
¿no te pasa que a veces vas andando por la calle y respiras hondo y huele a esas noches inolvidables, esas noches que en lo más profundo de tu mente sigues asociando a un olor.... hoy es una de esas noches. ¿se habrá casado? nooo, ella nunca fué de casarse, era una rebelde inconformista... me encantaba.
Casarse no, pero seguro que tiene un novio, un tipo de esos asquerosamente guapos, asquerosamente simpáticos, asquerosamente altos, un tipo de 
esos que no les hace falta meter el bajo del pantalón, un imbécil de esos a los que incluso la barba de varios días no les hace parecer indigentes.... y si no..... y si no está con nadie?? y si se sigue acordando de mi?..... un escalofrío me recorrió todo el cuerpo como si de un latigazo se tratara, un segundo que me volvió a recordar que todavía podemos sentir algo.... un gesto que nos recuerda que vivimos. Y mientras mi corazón intenta volver a un estado normal.... veo la puerta del sitio donde hemos quedado.... otro escalofrío, éste todavía más fuerte que el anterior hace que mi estómago se de media vuelta, que las manos me empiecen a sudar.....
Miro el reloj.... la hora.
Abro la puerta y entro.....
Continuará....
